martes, 11 de agosto de 2015

El ministro Fernández Díaz, el imputado Rodrigo Rato y sus asuntos personales


Escándalo por la reunión del Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz y Rodrigo Rato en el Ministerio del Interior. El primero, jefe de las fuerzas de seguridad del Estado, el segundo imputado. Dice el ministro que fue para hablar de "asuntos personales" ¿Ahora se habla de fútbol en el ministerio? ¿o de las vacaciones en el yate de lujo? No en el bar o en chalé, jugando una partida de mus, no, en el mismo ministerio. Ese que pagamos usted y yo con nuestros impuestos para que tengamos seguridad y orden público, no para chismorreos de asuntos particulares. ¿Qué significa usar los bienes públicos para "asuntos personales"? ¿Malversación? ¿Corrupción? ¡Qué mal huele esto!


Por cierto. Esto hace que nos acordemos de Mariano Fernández Bermejo, el que fue Ministro de Justicia con Zapatero, que tuvo que dimitir por estar en una cacería donde coincidió con Baltasar Garzón, el juez instructor del caso Gürtel, hasta que el mismo PP se lo cargó, y con el Comisario General de la Policía Judicial. Ríos de tinta de la prensa amiga del PP sobre lo que posiblemente habían comentado de la instrucción y las investigaciones. Movidón de altura. Escándalo, rasgarse las vestiduras, anatemas, soflamas, exigencias, etc. todo era poco ante la intolerable acción del ministro. Tuvo que dimitir ante semejante avalancha. Ahora "monseñor" Fernández Díaz se reúne con el que sus policías están investigando (o tienen que investigar, aunque puede que no lo hagan)... Para hablar de fútbol, claro. O de mujeres. De las despampanantes rubias con las que aparece en sus viajes de asueto el ex-vicepresidente con Aznar, el imputado, y no pasa nada. Bueno el piadoso señor ministro no hablará de mujeres, claro. Será del papel que tendrá el Madrid en la próxima temporada. ¿Era imperioso reunirse en el ministerio para hablar de sus asuntos personales? Ya, claro. No nos creemos nada de nada. Pero él no dimite y Rajoy le mantiene en el cargo, a pesar del escándalo. El mismo Rajoy que pidió un día sí y otro también la dimisión de Bermejo, por estar en una cacería, cosa que sí es un "asunto particular".

¡Cuanta hipocresía! Qué doble vara de medir tan impúdica. Dos "Fernández" bien diferentes (Díaz y Bermejo). Y dos maneras de tratarlos Mariano.

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