miércoles, 26 de marzo de 2014

El Santo Grial, tan cerca


Terminado el luto oficial por Adolfo Suárez, que nos ha servido para comprobar la necesidad del ser humano para crear mitos (no podemos contentarnos con la realidad, por ser tan prosaica), vemos que una de las noticias que las agencias han propagado con éxito es la divulgación de un estudio que descubre que el Santo Grial se encuentra en nuestro país, concretamente en León. ¡Oh, maravilla! Se ve que se acerca la Semana Santa y vamos preparando y calentando el ambiente con cosas como ésta. El estudio que nos cuentan lo ha encargado la Junta de Castilla y León, una institución que dedica mucho de su presupuesto a magnificar el patrimonio de la Iglesia Católica, y de paso a promocionar sus mensajes, con dinero público. 

Doña Urraca

Según leemos, unos estudiosos han descubierto que el cáliz de doña Urraca, la hija de Fernando I de León, es la copa que dicen usó Jesús en su última cena, el famoso Grial que buscan reyes, aventureros, esoteristas, trovadores, caballeros (templarios o no), y devotos varios desde hace siglos, pues le suponen propiedades milagrosas. E Indiana Jones, el Águila Roja o Dan Brown sin enterarse. Lo fundamentan con dos pergaminos egipcios del siglo XIV que relatan que el cáliz fue enviado al rey de León tras el saqueo de la iglesia del Santo Sepulcro, ya que hay muchas piezas egipcias entre los regalos que recibió este rey en su tiempo y eso les movió a visitar Egipto, encontrando los citados manuscritos. Además afirman que está hecho de cerámica del "tipo Qumram", un tipo que se fabricaba en tiempos de Jesús. 

Última cena de Leonardo da Vinci

Eso es lo que dice la noticia que han repartido las agencias, aunque otros medios ocultan este último detalle. Y no me sorprende, pues los estudiosos afirman que el cáliz de doña Urraca es el Grial, "sin ningún error". Con rotundidad, con alegría y suficiencia. Pero el cáliz no es de cerámica, sino de ónice, un mineral considerado piedra semi-preciosa, que nada tiene que ver con la cerámica. Esta piedra se usó mucho en la antigüedad y fue empleada para hacer los cuencos, de origen seguramente romano, que luego la señora de Zamora ordenó a unos orfebres unir en forma de cáliz, elaborando una de las piezas más hermosas del arte románico leonés.

Grial de Valencia

Se ve que hace falta animar el turismo en la Comunidad de Castilla y León y el religioso es especialmente querido por sus gobernantes. ¿Qué mejor que animar la Semana Santa con cientos de peregrinaciones para ver la "copa de Cristo"? Ninguno de ellos va a poner reparos en "minucias de gentes de poca fe" como la del material en que está hecho el cáliz de doña Urraca, o en que sean de origen musulmán las supuestas pruebas que afirman la entrega del cáliz al rey leonés, por cierto, tres siglos después del reinado de Fernando I. Tampoco importará que haya en toda Europa unos 200 Griales repartidos por iglesias, museos, conventos y otros edificios. Uno de ellos también en España, concretamente en la catedral de Valencia. Da igual, en estos tiempos reaccionarios que estamos viviendo, donde se nos traslada a épocas pasadas en todos los aspectos (económicos, sociales, políticos...), el volver a las disputas que se vivieron en la Edad Media y periodos cercanos entre reyes, ciudades, señores y eclesiásticos, por las supuestas reliquias "de verdad verdadera", importadas por los cruzados de los "santos lugares", puede volver a ser un gran negocio. Y en esto, como en otros muchos aspectos de la vida moderna, el negocio es lo que importa. Ya irá Iker Jiménez a explotar el filón leonés. 

11 comentarios:

Anónimo dijo...

YYYYY

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Imposible contestar este tipo de comentarios.

Anónimo dijo...

Resulta vergonzoso que dos profesores de Universidad se plieguen a refrendar tal cantidad de desatinos históricos. Empezando por la crítica a los documentos del siglo XIV que mencionan tales cosas. Primero no están fechados, la atribución al XIV vienen dada por otros medios. Segundo: el hecho de que aludan a Fernando I de León, es una interpretación de lo conytenido en ellos. Y por último es necesario relacionar lo que dicen con el cuenco romano que se utilizó para elaborar el cáliz de Doña Urraca. Y no existe níngún tipo de conexión, salvo una idea iluminada de estos dos historiadores. Es una lástima el nivel de nuestros investigadores, de ahí el nivel que tienen nuestras universidades en el raking europeo.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Como digo en el post yo creo que esto es simplemente propaganda, un pseudoestudio pagado con fondos públicos para atraer turistas del ramo del que gustan los gobernantes de Castilla y León.

Anónimo dijo...

A ver, los historiadores no han dicho que se trate del Santo Grial... Sino que, el cáliz que se encuentra en León, podría ser aquel que estaba custodiado en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén y que fue robado en el siglo IV d.C. Sólo dicen que esa reliquia -la que se encontraba en Jerusalén- era considerada por los primeros cristianos como la copa que uso Jesucristo en su Última Cena. Al menos es lo que he entendido yo.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Pues no lo digo yo, sino ellos mismos. Su libro se titula "Los reyes del Grial".

Anónimo dijo...

Lo habrán titulado así por pura estrategia de marketing... Lo que dicen es que puede ser la copa que los cristianos de la época creían que era el Santo Grial. Pero de ahí, a que Jesucristo haya mojado sus labios en esa copa...

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Puede ser o no ser. Lo más probable es que no sea. Es casi imposible que esa copa sobreviviese, ni que nadie la guardase, por la sencilla razón de que nadie del grupo de ese Jesús permaneció unido tras su detención y ejecución. Ninguno tenía el afán de pasar a la Historia. Se sintieron unos fracasados, dispuestos a renegar de todo lo que habían hecho. Por eso, mejor no dejar huellas de sus acciones, no fuese a ocurrirles lo mismo que al jefe. Ni la Biblia lo puede negar. Tiene que ocurrir un supuesto milagro (la resurreción y reaparción) para que se vuelvan a juntar y recordar sus creencias. Por otro lado, el comercio de reliquias, inaugurado por Santa Elena con su búsqueda de la cruz (trescientos años después de los supuestos hechos de la Pasión), dio al mundo numerosas mercancías que se veneraron como ciertas, siglos después de haber desaparecido. Demasiada casualidad que las encontraran los cruzados incluso, más tarde aún, y que haya repartidas tantas reliquias, con griales incluso: unos doscientos.

Anónimo dijo...

Yo ahí no entro. Digo que es posible que en el s. IV hubiese un cáliz en un templo, el cual, la gente de la época venerara porque creyera que fue usado por Jesús en la última cena -algo que no podemos saber-. Que dicho cáliz fuera robado y, que por casualidades de la vida, acabara en León. Puede ser... Eso sí, eso no convierte a la copa en el Santo Grial -si es que existe-. Otra cosa, es que la prensa, por sensacionalismo haya puesto unos titulares que dan risa. O que los autores hayan elegido ese título para vender.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Sí, hijo, sí, todo eso que dices puede ser, pero la noticia, resaltada a bombo y platillo por todos los medios, habla del Santo Grial (repito, no lo digo yo). Y eso es gracias a una rueda de prensa de los autores del libro cuyo título (repito) es "Los reyes del Grial". Que hubiera una copa en un templo que sus fieles creyesen que era la copa de la última cena me trae al fresco. Simplemente porque no me creo que esa, ni otras reliquias supuestamente de la época de Jesús, sean reales. Si los autores no quieren polémica, que le hubiesen puesto otro título al libro.

Unknown dijo...

Hay que leer y leer los textos escritos por los propios autores para darnos cuenta de que sí se refieren al Grial en varias partes de su libro. Que está en San Isidoro y que ése es el motivo de un título tan impactante como "Los reyes del Grial".
Así, en la página 19 del citado volumen dicen textualmente:
"Aquí comienza el hallazgo del Santo Grial, el descubrimiento de la
Copa con la que Cristo compartió su Última Cena."
Y poco antes en la página 17-18:
"... sólo adelantaremos que un día de 1054-1055, la Copa del Poder, que antaño se custodiaba en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, fue entregada como regalo de amistad y agradecimiento del califa fatimí al emir de la taifa de Denia, quien a su vez deseaba congraciarse con el monarca más poderoso de la cristiandad hispana del momento: Fernando I (1037-1065). Él fue el destinatario del vaso sagrado."
Estas son una breves pruebas de que están hablando de "el Grial" y por si hiciera falta más testimonios ahí están las hemerotecas con palabras textuales de ellos y grabaciones radiofónicas y audiovisuales en las que la citada profesora Torres llega a decir en varias ocasiones cosas como estas:
"sin lugar a dudas" que el Santo Grial, "la copa que la comunidad
cristiana de Jerusalén en el siglo XI consideraba que era el cáliz de
Cristo, se encuentra ubicada en la Basílica de San Isidoro de León".
(Europa Press, 24 de marzo, 2014)
o éste otro:
Estos documentos prueban "sin ninguna duda" que el cáliz fue entregado en señal de agradecimiento después de que el monarca leonés enviara un gran cargamento de víveres a Egipto, en un "año de gran hambruna. La investigación demuestra, por lo tanto, que el que cáliz que era considerado el Santo Grial por la comunidad cristiana del siglo XI se
encuentra en León". (Diario de León 26, marzo,2014)
o todavía:
Margarita Torres: “puedo afirmar que el cáliz que se veneraba como el de Cristo es el de San Isidoro” (Revista 80 días)
"...Tenemos un Camino de Santiago que pasa por León, tienes unos monumentos que están en León, tienes todo el establishment ya hecho. Y, a mayores, tienes el Grial…" (Revista 80 días)
¿Así que nunca dijo que el cáliz de doña Urraca era el Grial?
La ceguera congénita puede llegar a borrar palabras y la sordera audios en declaraciones en directo y en escritos firmados por los autores, pero la estulticia generalizada puede causar estragos que se convierten en pandemia. Por eso el aliado más eficaz de los que carecen de escrúpulos siempre fueron los enjambres de tontos que les hacen el trabajo sucio. Que les facilitan el trabajo.
Y, desde luego, no sirve eso de que son manipulaciones de periodistas que sólo buscan titulares, que los habrá, estrategias de marketing o similares ya que en nuestro caso concreto se trata de grabaciones orales, concedidas a quien esto escribe o escritas y televisadas que forman parte de nuestro archivo personal. Por eso, todo lo que un comentario puede aportar cuando el autor se esconde cobardemente detrás de una anonimato merece la misma consideración y valor que el que los propios autores quieren otorgarle a su novela de caballerías: Ninguno!
Conviene no olvidar que no es más ciego el que no ve que el que no quiere ver.
Miguel Ángel Nepomuceno