miércoles, 23 de octubre de 2013

Asaltan el domicilio de Luis Bárcenas


¡Tachánnnnnn! Parece que todavía hay justicia en estos reinos de Dios. Esta tarde un justiciero enmascarado, armado con una pistola, se ha presentado en la casa del traidor Luis Bárcenas a por los pen-drivers y los discos duros de los famosos ordenadores, secuestrando a su mujer y su hijo. Seguro que el felón lo estaba presenciado desde la cárcel a través de su querido televisor de plasma (encima es un copión e imita a Rajoy). Está claro que, como la Justicia no para de darle disgustos a nuestro querido Mariano, alguien tenía que tomarse la justicia por su mano para salvar a nuestro glorioso Movimiento Popular de las garras de los pérfidos y traidores que quieren destruir al partido y de paso arruinar a la Patria. Este buen hombre, vestido como un cura, se lanzado a destruir las "pruebas manipuladas" por el traidor Bárcenas, que no tiene otra intención que librarse de asumir él solito las responsabilidades de más de 20 años de finanzas de nuestro glorioso Partido Popular, repletas de generosas y piadosas donaciones de sacrificados patriotas. Nuestro héroe ha confesado que ha venido "desde Cuenca a Madrid para solventar el problema de España". ¡Qué buen patriota! ¡qué bella persona! que ha sacrificado su libertad para librarnos de la ignominia y las insssidiasss del malvado comando Rubalcaba. Ahora cuando los etarras campan a sus anchas, es más preciso el concurso de personas sacrificadas como Enrique Olivares. Y llaman perturbado a este santo varón, ejemplo de nuevas y viejas generaciones, de esas que enarbolan la bandera rojigualda con el escudo de nuestro amado y siempre recordado Caudillo Franco. Este domingo tendremos que salir a las calles a pedir la libertad del super-héroe. ¡Arriba Mariano! ¡Arriba Eppaña!

(Ni que decir tiene que esto es una broma. Por si alguno no se entera. Yo no culpo la PP del ataque a la casa de su antiguo gerente y tesorero. Pero ¿a que da que pensar semejante acción? No estaría de más que dijeran la verdad sobre este sucio asunto y seguro que a nadie se le ocurre pensar mal)

3 comentarios:

Jesús Herrera Peña dijo...

No sé, no sé...
La cosa se puede tomar a broma, a serio o a muy serio.
Enrique Olivares García bien pudiera ser un mandado (y asalariado) del espionaje español (CNI). O bien pudiera ser un expontáneo salvador del PP por cuenta propia (autónomo).
También pudiera tratarse de un cura frustrado con vocación redentora. O más bien habría que sospechar de un loco muy parecido a ese que describe Joaquín Sabina en su canción "A la sombra de un león".

No sé..., y no sé si algún día lo llegaremos a saber...

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

¿En el colegio ya gritaban ¡Arriba Mariano, María? Qué portentos de clarividencia, jajaja.

Saludos.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Me temo que el tema se olvidará pronto, Jesús. A los medios de la derecha (es decir, a casi la totalidad de los medios) ya no les interesa que se hable del ex-tesorero. Se debe estar "cocinando" el sobreseimiento del caso, seguro.