No creo que esta imagen se haga realidad. Ya sea porque prospere el recurso de la Fiscalía, ya porque, aunque no sea así, el resultado final del proceso sea otro. No me alegra que imputen a nadie, porque eso significa que se ha cometido un delito. Pero he tenido la quimérica sensación de que la igualdad ante la ley, aunque fuese solo un poco y por poquito tiempo, hoy se ha hecho real y efectiva para todos los españoles.
Los que no cazamos en Botsuana, los que no tenemos sangre azul, los que no hacemos negocios internacionales al amparo de la inmunidad diplomática, ni tenemos encargos "discretos" de gobiernos para influir en mandamases foráneos, los que no tenemos cuentas en Suiza, los que no tenemos vivienda de lujo a costa del Patrimonio público, los que no damos entrevistas por nuestras amistades ("reales", inventadas, contrabandistas o mediopensionistas), los que no nos enriquecemos con el arte, ni nos toca la lotería en cada sorteo, esos hoy nos hemos sentido iguales a esos otros y otras tocados por la suerte. Hoy todos hemos sido "ciudadanos". Ahora, que trabaje la justicia.
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