jueves, 1 de noviembre de 2012

Paradojas del 1 de noviembre


Es costumbre hablar un día como hoy de cementerios, muertos, fantasmas, tradiciones...El 1 de noviembre es una fecha singular, importante, destacada. Desde los viejos tiempos del Samhain de nuestros remotos antepasados, pasando por el día de Todos los Santos, que trasladó el papa Gregorio III desde mayo hasta esta fecha para hacerla coincidir con la extendida costumbre anterior, hasta el Halloween de hoy día que nos están imponiendo los colonizadores culturales venidos de los Estados Unidos de América. En muchas partes del mundo las jornadas entre los días finales de octubre y los primeros de noviembre (el 2 propiamente para los cristianos es el día de Difuntos) tienen características comunes. Eso sí, cada vez una festividad más comercializada, por eso el auge del yanki Halloween. 


A duras penas subsisten otras tradicionales celebraciones: las representaciones de Don Juan Tenorio, de Zorrilla, la fiesta de las calaveras mexicana, las candelas o lamparillas de aceite...En Cádiz intentan potenciar una fiesta que tiene 136 años, los Tosantos, que surgió también con un claro sentido mercantil, el de potenciar las ventas en los mercados gaditanos con gran sentido del humor, engalanando los puestos con las verduras, los pescados o las carnes disfrazadas y componiendo escenas cómicas y críticas de actualidad. En Cádiz, ciudad del carnaval, el disfraz tiene protagonismo en cualquier momento. Una simpática alternativa al anglosajón invento tan de moda que hasta en los colegios se enseña como un contenido más.


Incluso nos enteramos hoy que otras determinadas tradiciones, recordadas ahora en momentos de visitas a los cementerios, caen en desuso. Por ejemplo, el entierro. La inhumación está perdiendo terreno a marchas forzadas frente a la incineración. Eso nos dicen, pues un entierro resulta ser de más alto coste para los usuarios y familiares, que la novedosa cremación. En Córdoba, por ejemplo, un entierro supone un mínimo de 2.600 €, mientras que la incineración tiene un coste de 441 €. Cobran pujanza los tanatorios que ofrecen varios servicios, incluida la incineración. Se instalan columbarios en los cementerios. Y se repiten por doquier escenas donde los deudos esparcen las cenizas del difunto en campos, ríos, mares o hasta en los estadios de fútbol que frecuentaba, por afición, el finado. Nos dicen que en Málaga, por ejemplo, las incineraciones suponen ya más del 60% de los servicios funerarios. Y ello es debido, entre otras causas, al auge de la Cofradías. Éstas disponen de columbarios en sus instalaciones y en los templos que las acogen, para tener juntos a los "hermanos", hasta en la muerte, y de paso sacar algunas "pelillas". ¡Qué paradoja! La Iglesia católica está fomentando este tipo de hermandades, como una forma de tener controlado el rebaño, disciplinándolo, manteniédole sumiso y entretenido con ritos, ceremonias y cultos. Y estas agrupaciones adoptan tradiciones paganas, como es la incineración, una práctica que desde los primeros tiempo la iglesia condenó. Si su fe se basa en la resurrección de los muertos, la resurrección de la carne, se debía preservar el cadáver en espera del juicio final, para poder resucitar e incorporarse al grupo de los elegidos para la gloria, de ahí que no pudiese reducirse a cenizas. Ahora, sin embargo, la jerarquía cierra los ojos ante el éxito de la cremación entre sus fieles. Vivir para ver.

Otro aspecto a destacar este año, en una fecha como ésta, y que va en contra de mantener la tradición del entierro, es el dichoso IVA. Gracias al gobierno de Rajoy, ese que protestaba por subidas de impuestos de otros, España es uno de los países europeos donde es más caro morirse. Este impuesto subió TRECE puntos desde septiembre, para los servicios funerarios. Más paradojas. No nos dejan vivir estos nacional-católicos-liberales con sus supuestas medidas contra la crisis. Pero es que ni muriéndonos nos dejan en paz

3 comentarios:

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

De haber estado por allí habría visitado los Tosantos. No sabía que existían hasta que los vi en tu blog y la fotos del blog Mamé. Así que gracias.

Saludos.

Unknown dijo...

NO me gusta Halloween pero tampoco me gustaría volver a los tiempos de las representaciones del Tenorio.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Comparto tus gustos, Nicolás.