jueves, 15 de noviembre de 2012

La Calle Gracia y los restos de su "acerado comunista"


Ayer, después de la concentración que hubo a las puertas del Ayuntamiento, por la Huelga General, que fue seguida mayoritariamente en Palma del Río, diga lo que diga el gobierno, aproveché para dar un paseo y comprobar cómo estaba el ambiente por el pueblo. Entonces me acordé de pasar por la Calle Gracia y hacer así unas fotos que tenía pendiente de sacar de allí. Se trata de los restos del antiguo acerado, del que había antes de la obra que se hizo hace pocos años, cuando se arregló con el PER esa calle y la Calle Portada, esta última de gran tráfico y paso peatonal. La Calle Gracia, tampoco tiene poco tránsito, pues sirve para acceder a la Calle Salvador y con ello tener salida a la Avenida de Andalucía, la de Santa Ana y la de la Paz, núcleo central real del casco urbano actual de Palma del Río. También la Calle Gracia es frecuentada por los que van a la Casa de la Cultura, que se encuentra allí, por estar en ella las oficinas del Patronato Municipal de Cultura, diversos talleres, el Archivo Municipal, la Biblioteca Pública y el Centro de Educación de Adultos. Así que ambas necesitaban un buen repaso, tras muchos años de vida y escasos "lavados de cara".

El nuevo acerado, con los "trozos" del antiguo acerado integrado
Las obras de la Calle Gracia sustituyeron el pavimento de la calzada, muy deteriorado, y el acerado, en su mayor parte hecho con cemento, muy desgastado en la mayor parte de su superficie. Lo interesante es que ese acerado lo realizaron en tiempos de la II República y no había sido modificado apenas desde entonces. Lo curioso, que motivaba mi interés por hacer las fotografías, es que en una buena parte del cemento alguien realizó impresiones, al parecer con una plantilla, con la figura del símbolo comunista, la hoz y el martillo

Parte del antiguo cemento con la fecha: AÑO 1936
Sorprende que no se eliminasen esos símbolos tras la toma de Palma por las tropas franquistas en agosto de 1936. Sobre todo porque la obra de cementado de las aceras se hizo en ese mismo año, seguramente tras el triunfo del Frente Popular, por lo que serían bien visibles. Una inscripción da fe de la fecha. En algunas partes se aprecia como si se hubiese intentado borrarlas, pero no lo consiguieron del todo. Lo cierto es que, aunque la gente no se diese cuenta de su presencia, los símbolos han permanecido allí todos estos años. Cuando llovía eran más visibles, pero el resto del tiempo permanecían casi ocultos.

Uno de los símbolos más visibles, pese al desgaste
El mismo símbolo, retocado para hacerlo más visible
Al iniciarse la obra del nuevo acerado se percataron de la existencia de los símbolos y decidieron mantener algunos de ellos y la inscripción de la fecha, integrándolos en el trazado del nuevo pavimento peatonal. Así, además, lo pidió en un Pleno el portavoz de IU, y se le contestó que eso habían decidido ya desde el servicio de obras. 

Una de las hoces y martillos, apenas apreciables
Estas son unas muestras de esos restos en la calle, como están en la actualidad. Una parte de la historia de nuestro pueblo. Por cierto, tan importantes y merecedores de conservación como otros, aunque sean del bando contrario. Porque destruir los vestigios históricos no es la mejor manera de tener "memoria histórica". 

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