jueves, 4 de octubre de 2012

Pijo ácrata


Así ha llamado Rafael Hernando al juez Pedraz, tras el archivo de la causa contra los convocantes de la manifestación del 25S. Acabo de leer el auto y no veo motivos para criticarlo. Es más, me parece de lo más razonable y sensato. 

Obviando las idas y venidas de la causa entre tribunales (por las chapuzas del ministerio del interior), el juez no ve delito contra las instituciones del Estado en el comportamiento de los imputados. Delito que sea perseguible por la Audiencia Nacional, claro. Se habló de algo similar a un "golpe de estado" por parte de la Delegada del Gobierno. Es obvio que tal cosa no tuvo lugar. Los manifestantes no entraron en el Congreso de los Diputados, ni interrumpieron su sesión, ni atacaron siquiera el exterior. Estuvieron en las calles próximas y los altercados fueron allí. Incluso la policía estuvo en la Estación de Atocha, ni por asomo una dependencia del poder legislativo. Así que no hay delito contra las instituciones del estado. Incluso la convocatoria no fue prohibida por la Delegación del Gobierno, porque su intención no era "ocupar" realmente el Congreso, sino permanecer acampados en sus inmediaciones. Los mismos denunciados han devuelto la pelota a la Delegada denunciándola por su posible responsabilidad en los desórdenes públicos al haber policías infiltrados entre los manifestantes que los protagonizaron. El juez critica al Ministerio del Interior por su actuación entonces y respecto de las denuncias, ya que ni la policía vio delitos contra las instituciones. 

¿Por qué esa airada respuesta al auto del portavoz adjunto del PP? Uno de los razonamientos habla de que no existe delito en el Código Penal español que castigue pronunciarse por "exigir un proceso de destitución y ruptura del  régimen vigente, mediante la dimisión del Gobierno en pleno, disolución de las Cortes y de la Jefatura del Estado, abolición de la actual Constitución e iniciar un proceso de constitución de un nuevo sistema de organización política, económica o social." Ni podría ser delito porque iría contra la libertad de expresión. Estaría bueno que no se pudiesen cambiar los gobiernos y las ideologías imperantes, ni poder criticarlos. Hace el juez Pedraz una referencia a la "decadencia de la denominada clase política", para insistir en el derecho a criticar asuntos de actualidad. Tal vez sea excesivo el ejemplo, pero no está injustificado, aunque lo importante de su razonamiento es la libertad, que debe garantizarse. El señor Hernando se siente parte de esa "decadente clase política" y lanza sus dardos contra el juez, llamándole "pijo ácrata". El señor Hernando ha dado sobradas muestras de ser un deslenguado. 


Es curioso que un destacado dirigente de un partido que está aplicando políticas ultra-liberales critique la acracia. Ellos que quieren reducir el Estado a su mínima expresión, que solo confían en la iniciativa privada. Una de las escuelas económicas neo-liberales se define a sí misma como "anarco-capitalista".  Unen al capitalismo la eliminación de ese estado que tantos corsés les colocan a los agentes económicos. Pijo ácrata sería decir lo mismo que "anarco-capitalista": los pijos, los ricachones "niños bien", defensores del libre mercado, viviendo sin el freno y las regulaciones del Estado, como los pretenden los ácratas. Cree el ladrón que todos son de su misma condición. Ellos son los pijo-ácratas y cada día lo demuestran con sus hechos, con su nefasto gobierno destructor del Estado del Bienestar. Mejor que Hernando se dejara de tonterías y leyera los fundamentos del auto. Y si tiene que criticar a alguien que lo haga con su Ministro del Interior (sospechosamente desaparecido en estos días) y con la Delegada del Gobierno en Madrid, los verdaderos responsables de los incidentes pasados. Esos, por cierto, que cada día nos desvelan sus intentos de recortarnos las libertades. Que los reprenda a ellos, si es que es de verdad liberal. 

4 comentarios:

Unknown dijo...

Con la venia http://mrmcmillan.tumblr.com/post/32884005497/pijo-acrata-celtiberico

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Proceda, amigo Juan Pedro. Está usted en su casa.

Adrian Vogel dijo...

Me parece que hay una carga de perversidad en estas declaraciones: desviar el foco de atención sobre la sentencia. El debate se ha ido por las ramas: nos hemos quedado en lo del pijo-ácrata y no en la enésima cagada del PP ante los Tribunales. Especialmente clamoroso es el caso del ministro y de la delgada del gobierno (que reconoce que el TSJ de Madrid desatiende todas sus peticiones). Todo esto nos debería llevar a discutir sobre si el PP es un partido golpista, que pretende retorcer las leyes a su conveniencia. Y que solo es frenado en los tribunales.

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Eso mismo creo, Adrian. El PP ha intentado machacar al juez con estos insultos porque le ha sacado los colores con unas denuncias que se caen por su propio peso, como indica el juez en su auto. También digo en la entrada que el PP está recortando, además del estado del bienestar, nuestras libertades. La tentación totalitaria que llevan en sus genes les sale cada vez que tienen la oportunidad. Por eso los considero unos falsos liberales.