viernes, 22 de junio de 2012

La imagen del viernes: Carlos Dívar se va por la puerta de atrás


El sábado pasado lo anunció de forma misteriosa, como en sermón plagado de profecías bíblicas, tan de su gusto: el jueves tomaría una decisión rotunda y contundente. Como estamos en época futbolística, por la Eurocopa, ya dije que se iba, pero tras la prórroga. Al menos eso era lo que se podía (o queríamos) entender de sus palabras. Tras el vacío al que fue sometido por la misma realeza (el Rey se fue de funeral a Arabia Saudí y le tocó al Príncipe acompañar al futuro cesante en los actos del bicentenario del Tribunal Supremo), él mismo desapareció de la primera línea, dejando para el jueves la esperada noticia. Lo anunció su sucesor "interino" en el Consejo General del Poder Judicial, el vicepresidente Fernando de la Rosa, que hoy lo ha defendido, como lo hizo en su día su correligionario Ruiz Gallardón. Pues sí, De la Rosa es correligionario del Ministro de Justicia, ya que fue consejero del ramo en los gobiernos del PP de Francisco Camps, en Valencia. El partido de Rajoy se hace con la cúpula dirigente del poder judicial de una tacada.

Carlos Dívar se ha ido por la puerta de atrás, como Rajoy se fue un día del Senado. Se podía haber evitado semejante vergüenza, pero se aferró al cargo, negando cualquier conducta reprobable. Y ha terminado hundido y abandonado. Eso sí, el PP ya se ha hecho cargo de la Presidencia del CGPJ con un militante destacado. Y Esperanza Aguirre clamando para que el Tribunal Constitucional (lo poco que nos queda con cierta independencia jurídica, por ahora) se convierta en una sala del Tribunal Supremo, que ya tienen en sus manos. Está claro que cuando han abandonado a Dívar los del PP, además de quitarse una mancha muy fea de encima, lo que pretenden es quedarse con la Justicia para ellos solos, sin interferencias, al servicio del partido. Esa es la cruz de la moneda. Por eso Gallardón no se ha arrepentido de haber dicho que Dívar había salido reforzado de esto. No es para lanzar las campanas al vuelo, por tanto. Como ya dije también haca días, las instituciones del estado están en crisis, cada día están más desprestigiadas y alejadas del pueblo. No salimos del bache, no.

1 comentario:

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Y que siempre nos quedemos con las ganas, María...

Saludos y buen verano.