miércoles, 9 de febrero de 2011

Museo de la evolución humana

El año pasado visitamos por segunda vez la ciudad de Burgos, una hermosa ciudad que conserva unos monumentos espectaculares. Su catedral gótica es una verdadera maravilla, que visitamos en 2009. En esta última escala en la ciudad del Cid dedicamos la mañana al Museo de la Evolución Humana


Este museo ocupa uno de los tres edificios que se están edificando en el solar del antiguo convento dominico de San Pablo y que albergará en su totalidad el Complejo de la Evolución Humana. Es una gran edificación moderna muy luminosa y amplia, que engloba varias plantas, cuyo protagonista principal es el  yacimiento arqueológico de la Sierra de Atapuerca. En el sótano, o planta "menos 1", al que se accede por unas rampas, se disponen unos espacios expositivos cerrados que imitan el paisaje de la Sierra, cubiertos con reproducciones del suelo y vegetación del paisaje actual, formando las trincheras que descubrieron el tesoro arqueológico escondido durante años. Si accedemos al interior de cada "montículo" vemos unas reproducciones de la Sima de los Huesos, la Gran Dolina y la Sima del Elefante, con restos del Homo Antecessor y reproducciones didácticas de cómo se formaron, por medio de la erosión, los accidentes geográficos y la acción de la Naturaleza, los espacios (cuevas, pasadizos, ríos, etc.) que ocuparían los habitantes del lugar, a través de miles de años. 


La planta 0, la situada a nivel del suelo, recoge los aspectos más conocidos de la Teoría de la Evolución, con especial atención a la evolución humana. Aquí se reproduce el barco que usó Darwin, el Beagle, con detalles bien cuidados de su expedición. La planta primera, repasa las etapas evolutivas de homínidos y humanos, dándonos a conocer las especies y grupos conocidos hasta hoy, y mostrándonos la creación de la cultura a través del tiempo, con sus aspectos negativos (como el canibalismo que practicaron allí) y positivos. Cosa que se complementa en la planta segunda, donde se nos muestra los primeros tiempos de la especie humana, con sus modos de vida en los diferentes hábitats que va poblando con su extensión por la Tierra: la selva, la sabana, las zonas afectadas por las glaciaciones. Y nos explican lo útiles, herramientas y armas de las que se sirvieron nuestros antepasados para desenvolverse en cada medio, que les permitió colonizarlos con éxito, hasta nuestros días.


En la planta sótano, al fondo, también nos enseñan pormenorizadamente las técnicas de investigación arqueológicas, en paralelo a la desarrollada en este importante yacimiento. Informándonos de los avances conseguidos en sus investigaciones y la relevancia internacional de los hallazgos. Todo muy didáctico y bien explicado, empleando los recursos museísticos modernos, con material interactivo y con un personal encantado de darte todo tipo de explicaciones. Además se pueden concertar visitas al yacimiento original, situado entre los municipios de Ibeas de Juarros y Atapuerca. 


El museo fue inaugurado en julio de 2010, por la reina Sofía. Nosotros estuvimos en agosto, así que nos pudimos sentir unos privilegiados, al ser casi de los primeros en conocerlo. Por ser vacaciones de verano, hubo muchos visitantes. Y merece la pena dedicarle tiempo a sus instalaciones, pues, aunque el núcleo central sea el yacimiento burgalés, allí te dan una visión muy clara y completa de nuestro pasado como especie, de los pasos que hemos dado en la Tierra, desde que aparecieron los primeros homínidos, descendientes de los simios que decidieron colonizar un día la tierra donde estaban plantados los árboles que habitaban, y de cómo hemos sabido cambiar nuestra apariencia y comportamiento para sobreponernos a los obstáculos que nos pone la naturaleza, desarrollando la inteligencia y la cultura, como instrumentos para vivir en todo el planeta.

Sin duda ninguna, sobre todo cuando esté completado todo el complejo, este es un lugar que merece la pena visitar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué palabras ... super, una frase notable
¡Feliz Navidad! : )

Anónimo dijo...

Sinceramente, una buena noticia