sábado, 1 de agosto de 2009

Fiesta de Lugh


Hoy celebramos la festividad de Lugh, el Lughnasad. La festividad de inicio de agosto, el inico de la cosecha.


Lug “Samildanach", el dios que no tiene función, y que las tiene todas: es mago (sacerdote), guerrero y artesano. Es el dios que domina todas las técnicas, todas las ciencias, hábil por excelencia, entre los dioses celtas. Con su festividad se exalta la alegría, la abundancia, el fruto del trabajo humano en un mundo ofrecido por los dioses para gozar de sus riquezas. Es la época de las vacaciones para una gran parte de los mortales, tras jornadas duras de esfuerzo y sacrificio..


Yo vuelvo, sin embargo el lunes al trabajo, tras dos semanas de descanso, esperando a mediados del mes de agosto para acabar el turno de descanso anual. Hemos aprovechado para viajar unos días. Volvemos con la cámara repleta de fotografías, que algunas servirán como inspiración para futuros artículos, algunos sustanciosos. También con una “maleta” de recuerdos hermosos, con una buena “cosecha” de vivencias y conocimientos que han enriquecido nuestro espíritu. La cosecha que celebramos y que “agradecemos al dios Lugh”.

1 comentario:

Francisco Javier Domínguez Peso dijo...

Hola MARÍA, no conozco bien las cabañuelas. Algo había oído, pero no he profundizado nunca. ¿Coincidencia?, no sé. Si sé que muchas tradiciones que tenemos son de un origen que llamamos "celta" (la cultura celta no es algo uniforme, y hasta el nombre lo generalizaron los romanos para entender y delimitar a pueblos profundamente divididos en tribus, pero con características comunes), aunque por la forma que tenemos de aprender historia, no las reconozcamos como tales, por aparecer en Andalucía, por ejemplo, territorio que no se incluye en el ámbito celta. Pero hemos de recordar que muchos habitantes del sur (la gran mayoría) descendemos de personas que se trasladaron del norte peninsular tras la Reconquista (repoblación), que se trajeron sus tradiciones, muchas de ellas solo "tamizadas" por la forzada conversión al catolicismo en tiempos de los visigodos. También los que se quedaron en tiempos del Islam conservaron (muchos secretamente) esas tradiciones "bárbaras" y romanizadas, por lo que, al cambiar de dominadores, no vieron como "ajenos" elementos culturales venidos de los reinos cristianos. Las cabañuelas tal vez sean uno de esos elementos del acerbo cultural prerromano que volvieron a extenderse sin reparos, una vez que el corsé islámico desapareció.
Seguro que algo de druida tenemos todos aquí en nuestro interior.
Saludos.